Can you hear me? I don´t want this any more!
I WANT TO CALL IT OFF!

miércoles, diciembre 21, 2011

Ritmo

Si me pongo discursivo divagante
neurótico delirante
no me mires así,
con toda tu cara,
la de no quiero,
la de yo tambien sé,
la de datos adjuntos,
y eso que ahora entre tantas bicicletas cualquiera es poeta,
ya era hora, te digo,
suspirando las mil muertes del
cobarde
del escritor frustrado,
de la iluminación aparente,
de las noches sin neones parpadeando.

Vidrios rotos que rompen tabiques
uñas meñiques agrias alteradas,
solo quiero un poco más
cuando ya no queda nada,
es la historia de mi vida
y esta mierda está cortada.

No hay mandalas
ni haikus
que no se encuentren en la espuma
que junta las comisuras
de mis labios resecos,
viendo siempre desde lejos como estoy dentro tuyo.

Y que si te amo?
Y que si te temo?
Y que si lo que nos espera es el fracaso moderno
de las ilusiones que no llegan a ser,
cuando hay tantas chances de un tal vez,
de un andá a saber si?

Vigilia cambiada
despertares apurados
corridas cansadas
muertes en cuotas
piernas agotadas,
algún te quiero que se pierde entre jadeos,
entre mentes trastornadas.

El yo que est un autre
se deshace y reforma
con los rostros de sombra,
con el agua que lloran los cordones de vereda,
con tus besos y los de aquellas que nunca terminaron de perderse,
manos manchadas,
los ganchos, las alfombras donde soy otro gato acurrucado
a los pies de quien me rescate un rato de los faroles,
de los cruces,
de las noches sin nubes trepando por los balcones
solamente para caer desde un poco más alto,
buscando el fondo,
todo el tiempo el tiempo y el fondo
tanto que nunca se puede alcanzar,
que se puede caer más bajo,
se puede ir más rápido a ningún lado.

Ser solemne se me torna demasiado vulgar
y ser vulgar es demasiado dificil de ser poesía,
de ser una linda mentira,
de ser lo que querés escuchar.
Quiero ser lo que vos quieras
y no perderme en el intento,
ser revolver
manzana
caricia
viento
falopa
escombro
pasto
techo
la sensación que flota entre la mugre de las sábanas
que torna mínimo el no saber
donde carajo estamos pisando,
lo que nos besamos
y nos repite
que no hay a donde correr,
que no hay que correr a ningún lado.

Siempre queriendo transgredir
siempre queriendo rechazar
siempre abrazado a los siempres que no significan nada más
que la vaga certeza de no tener ni puta idea
pero suenan devastadores
donde se me cante que los quiera encastrar.

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