Can you hear me? I don´t want this any more!
I WANT TO CALL IT OFF!

jueves, noviembre 22, 2012

En el centro de rehablitación física donde estoy hay gente de todo tipo, con todo tipo de incapacidades mucho más dolorosas que la mia. Cicatrices de todos los tamaños y colores en cualquier parte del cuerpo.
Un pelado con aire a patovica, todo musculoso e intimidante y con lo alto de su cabeza brillando incandescente, a punto de llorar desde hace veinte minutos por el esfuerzo de mantener una pelota entre sus rodillas. O un tipo de la misma edad que mi viejo, con el mismo aire canoso y cansado, hacer todo lo puede para levantarse de su silla de ruedas y subirse a una camilla. Se ve como caen gotas gordas de transpiración en el cuero negro. Es básicamente un gimnasio para inválidos, así que si o si se tiene que presenciar el sufrimiento y la vergüenza del otro. Ser un testigo forzado de los esfuerzos por dejar de ser un minusválido de todo el que no tenga un ambo.
Y en cierta forma todos mis problemas se hacen minúsculos cuando imagino al tipo de la silla de ruedas tratando de apurarse para ir al baño o tratando de mantener relaciones sexuales o subir una escalera. Mi vida deja de ser tan mala por la proximidad de vidas peores. Salir a comprar cigarros se vuelve un regalo divino y quejarse por no poder correr o trepar un arbol es algo patético a comparación de una columna fracturada en tres partes por ejemplo.

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