Can you hear me? I don´t want this any more!
I WANT TO CALL IT OFF!

sábado, abril 06, 2013

Me niego a pensar
que nunca voy a cojer con alguien
como Sasha Grey
o Jenna...
por todas las veces que me masturbé
compulsivamente
a lo largo de mi vida.

Me niego a las historias de amor guionadas
que mataron la sorpresa
y despedazaron
la razón.

Me niego a resignarme a que el futuro nunca llegue
para Nosotros,
me niego a tener que morir
para Ver el Infierno.

Me niego a no poder desear
una bala-despertar entre los ojos de los que lloran
los ahogados
y rellenan bolsas negras de basura
con el cadáver del otoño.

Me niego.
(a veces)
Pero no ahora,
no hay tiempo.

La Tormenta

La caridad como herramienta política
el dolor ajeno como agente infeccioso
el fin del mundo no fue
y ahora la gente corre desesperada
por las mismas calles donde casi mueren
ahogados
corre desesperada tratando de estallar
sus cabezas.
Bla
      bla
            bla
Finis.

lunes, marzo 25, 2013

Tour Espacial

Mis ojos se derriten volando por el asfalto, parte por el viento helado que choca contra mi cara, parte por la lisérgia que ya es total dentro de mi cabeza. Más tarde el Piloto me contaría que, a esa velocidad, realmente sentís que estás volando, que tu cuerpo se hace viento y se funde con el Todo, que sos solamente vos, el asfalto y tu moto, en este caso. Yo le diría que si, que tal cual. Le diría que en el caso de que enganche un bache y, catapultado por encima del manillar, se vea a si mismo a punto de estallar contra la ruta realmente no importaría, que se habría convertido en viento antes de morir físicamente. Me va a responder que sí, que que se yo, que vayamos a buscar porrito.
 Las luminarias públicas desaparecen por pares a medida que el mundo gira bajo las ruedas y quedan atrás en la oscuridad de la noche. Estoy corriendo encima de la Rueda del Dharma y pienso que estoy listo para saltar al vacío aunque no lo haga, aunque no sea necesario. Mirá las estrellas y habrás desaparecido, es lo primero que se me viene a la mente. La incandescencia naranja del alumbrado público es el brillo de mis estrellas particulares, el asfalto curtido y rajado la tierra donde estallaría en caso de que perdamos el control. Los árboles chorrean tinta al costado de la calle en un claroscuro instantáneo y apenas discernible mientras se funden con el cielo de su mismo color. El miedo a la muerte queda reducido a nada ante la posibilidad real de morir, acá, en un pueblito olvidado del mundo, con el Piloto que nadie recordaría demasiado tiempo, conmigo mismo que sería sepultado sin testigos en algúna morgue hasta que mi viejo viajase a reconocer mis tatuajes rajados, despegados del asfalto sucio y descuidado. Es una noche hermosa para morirse, incluso más que cualquier otra, porque se puedo sentir como el alma sale del cuerpo y flota al lado mio, flota sobre mi a unos 120 km/h y solamente siento la noche fresca, el ruido sordo del viento que se deja desgarrar, la luna ciclopéica y muerta que todos miran pero que a nadie ve.
 Viajando al mismo tiempo que nos movemos, el Piloto y yo dejamos al mundo atrás al mismo tiempo que se nos viene encima cada vez más y más rápido. Aparecen las luces rojas parpadeantes del cruce del tren, instantaneas aunque hayan estado siempre ahí, parpadean aunque el tren no aparezca por ningún lado. El Piloto clava los frenos para pasar por las vias. A esa velocidad se necesitan unos treinta o cuarenta metros para poder pasar y no perder el control.
 Derrapo de cara sobre el asfalto helado, con el ruido seco de dientes rotos y el rastro manchado de insectos impasibles mezclados con mi cerebro desparramado.
La moto hace un medio mortal y cae sobre mi columna, estallandola en una galaxia diminuta de esquirlas de hueso y medula ósea.
 Hacemos algunos trompos y, mientras veo al Piloto flotar como una bolsa de plástico en una corriente de aire y desaparecer entre los árboles, yo me parto al medio contra una de las tantas señalizaciones que hay. ALTO. CRUCE. FRENE.
 Todas esas posibilidades se cruzan por mi cerebro con la claridad de un golpe en la nariz mientras nos levantamos ligeramente del suelo al tocar las vias del tren ausente. Sin miedo, sin pánico. Solamente estoy pensando las posibilidades. Estoy mirando nada más, gracias. Estoy preparado para dejar ir el alma de ser necesario.
 Pero no hace falta. Pasamos sobre las vias y todavía siento el viento, y aunque las luminarias quedaron atrás el cielo está cuajado de estrellas y todavía puedo verlas, todavía escucho el rugido del mundo sobre nosotros.
 Llegamos a donde tenemos que llegar y le doy las gracias al Piloto, aunque no entienda muy bien por qué.

domingo, marzo 17, 2013

Como pensás que se puede llamar este poema?


Leve.
La Vida leve
 la Huella leve
 el Tiempo que se pudre encerrado en la Memoria leve,
 el Cuerpo se corroe lento por el Mundo leve,
 el Hambre leve.
Desatarse leve.

Leve.
El Deseo leve
 la Necesidad leve
 la Muerte leve de nunca poder morir
 la Eternidad leve de la Conciencia Alterada
 la Redención leve.
Desintegrarse leve.

Leve.
El Dolor leve
 el Despertar leve
 leve Silencio de la Maquinaria leve
 leve Desesperación del Espiritu leve
el Final leve.
Desaparecer leve.

miércoles, febrero 13, 2013

Aburrid-o

Hasta la pornografía se torna aburrida después de cierto tiempo. Las drogas, la violencia, el dolor. Se vuelven tediosas, repetitivas.
Hace unos dias vi como le reventaban la cabeza a un tipo a veinte pasos de mi y ni siquiera me dio ganas de satisfacer el morbo, simplemente pasé por al lado mientras lloraba con la frente chorreando sangre, como una virgen milagrosa a la que nadie le quiere rezar.
A esto es a lo que llegamos, al agotamiento mental y de los sentidos. Tal vez si hubiese muerto habría frenado a mirar. Y después que? Cada vez se buscan drogas más fuertes, sensaciones más violentas, distracciones que van empujando los límites cada vez más.
Un trabajo de Sísifo con putas sidosas de caderas blandas y bebés muertos en bolsas de basura al costado del camino.
El Juego del Miedo, anal prolapsing y pendejas de 11 años maquilladas como si hubiesen vivido cuarenta años de pastillas y whisky barato.
Bienvenidos al Circo de la Inanición.
La sobresaturación de los sentidos es como una vacuna, como constantes vacunas contra la vida. Ya nada sorprende. Imaginá que encontrás una linyera en la puerta de tu casa, lleno de olor a mierda tibia y mugre acumulada a lo largo de algunos inviernos. Te asquea o te causa compasión o violencia. Te genera algo, lo que sea, pero está ahí y es innegable.
Pasa exactamente igual un segundo dia.
Un tercero.
Un cuarto dia con otro linyera en las mismas condiciones, con el mismo olor a mierda, pero ya no hay asco o violencia o compasión. Ya no hay nada.
Revisando entre mis cuadernos encontré la página de un diario.

-ATACA A SU VECINO CON UNA MOTOSIERRA Y LE CORTA UNA MANO
-AMENAZA CON COMERSE UNA BEBA DE OCHO MESES
-APUÑALAN A JOVEN DE QUINCE AÑOS FRENTE A SU NOVIA Y LA VIOLAN

Y todo esto ya no causa nada.
Solamente son palabras o imagenes mentales que no valen el tiempo que llevó leerlas.
Y no pretendo hacer ninguna diferencia, solamente me llama la atención, por ahora. Y que algo llame la atención en un mundo que se nos vuelve tan aburrido a cada momento es digo de ser gritado.
Bienvenido al mundo de los adultos que ya no se sorprenden, todavía hay tiempo para dar media vuelta y correr hacia otro lado.

miércoles, febrero 06, 2013

Trabajadora

Se me cruzó por la cabeza que tal vez debería haberle pagado. Digo, es su trabajo, así como se limpian los vidrios en las esquinas y se ponen a dormir las mascotas que ya no se quiere ver sufrir. No se deja de t r a b a j a r, solamente hay algunos descansos en los que se quiere olvidar todo.
Sigue siendo su trabajo aunque me diga que me quiere, aunque estemos charlando y ninguno está pendiente del reloj y del siguiente polvo. Pienso que no debería pensar estas cosas y en que tengo la pija blanda, pienso en el miedo en sí, pienso en sus enormes ojos hermosos que ya lo vieron casi todo, esos enormes ojos hermosos que me distraen de ver el alma que hay del otro lado.
Pienso que un casi hace una diferencia enorme.
Casi terminamos la tercer cerveza.
Casi es de dia.
Casi la quiero.
Me doy asco, poniendo en una balanza las castas cuestiones morales de las que reniego constantemente y lo que quiero y casi puedo alcanzar. Si, me doy asco, si, se que no debería pensar en nada más que en su cuerpo hermoso desparramado sobre mi cama. Pero no puedo.
Casi soy libre.
Casi puedo quererla

Liverpool

Y de repente todo se puso blanco,
ya no pude pensar más que en vos.
El pecho bombeaba a mil por hora
anticipando
lo que nunca llegaría.
Te veo en las baldosas de un baño cualquiera,
te veo con otro paseando como si nada,
pero no,
solamente sos un recuerdo de lo que fuiste
acelerando el pulso de alguien que no conozco.