Can you hear me? I don´t want this any more!
I WANT TO CALL IT OFF!

lunes, enero 23, 2012

Primitivo

Veo lo que no puedo ver
porque mis anteojos chorrean mi cara,
siento la caricia de la lluvia
en las cejas el pecho la pija los dedos
y el frío cemento que me sostiene,
que me abraza,
y pienso
Dónde fue que todo salió mal?
Por qué nos avergonzamos de nosotros
cuando somos lo más hermoso que tenemos?

(Para Chiara Taddei :)

Capítulo....

Estaban desnudos los dos, con un cigarro cada uno, luciendo sus imperfecciones y complejos como solamente la piel y los pelos pueden hacerlo. Gabriel daba vueltas, el trakatraka del teclado, apoyarse en la pileta de la cocina, heladera, mesa del comedor, y repetir indefinidamente. Carolina estática, humo adentro afuera adentro e ídem, dando vueltas pero andá a saber por donde y andátajala.
Lo que pasó... Pasó lo que tenía que pasar, period. Jadeos, transpiración y asimetría. Cargos de conciencia fuck off. Flotaba en el aire, Ella, estaba presente en el humo que salía de sus bocas, en el silencio intermitente, en el aire entre los besos.
Y el calor. Y Ella. Y no hay más cerveza. Y Ella. Y solamente quedan dos puchos. Y Ella.
"Amo sus ojos..." piensa él, y después "Tal vez 'amo' no sería la mejor palabra para describirlo. Tienen... fuerza. Sí, es eso, seguro."
Y quiere verla morderse los labios otra vez, morderle las clavículas que sobresalen un poco demasiado y... Basta. Hay que vestirse, volver al mundo real (real? Y To Sheila suena en el fondo de su mente, con todo lo que eso implica, y no está bueno), esperar el micro, esas cosas.
Tratan de apartarse un poco, de ponerse las máscaras otra vez ("o de sacarnoslas? No, Carolina es real cuando está conmigo, eso creo. Carajo, esa palabra otra vez."), hablar de intrascendencias hasta llegar a la parada del bondi, que se ve a un par de cuadras por suerte y un beso en el cachete como despedida. No, eso no, dame uno como se debe, adiós.
Y la ve mientras se aleja, mientras ya no puede verla, mientras recuerda que no se debe ni va a enamorar, pero le acaricia el lomo a la idea antes de dejarla que camine de vuelta por la tierra, que se pierda en una nube de polvo.
Sonríe.